4 ago 2011

Tarragona : "La creu de Sant Antoni".

Ubicada delante del edificio de la Diputación Provincial, en el parque, en el "passeig de Sant Antoni", es la obra escultórica más antigua de Tarragona.
Tiene importancia histórica y artística, como referente de una época en la que a la ciudad no habían esculturas de calle. Al lugar mencionado, en 1299 la orden "Mercedària" construyó un convento que, setenta y seis años más tarde, traspasó a los Padres "Antonians de Valls". La constitución de la nueva comunidad de frailes fue la causa que con el tiempo, el portal de la muralla más cercano al convento, recibiera también el nombre de Sant Antoni.
A finales del siglo XIV se decidió poner una cruz de término afuera de este portal, que era la principal entrada en Tarragona desde Barcelona. Según relata Luís del Arco, al libro de actas del Capítulo municipal figura que el 27 de abril de 1384 el Consejo acordó que se hiciera acabar la cruz que ya se estaba construyendo, dando a los cónsules poder para sufragar todos los gastos necesarios. Al acta del 10 de enero de 1388 se dice que Dalmau Balcells recibió trece libras y media para hacerla. La cruz que actualmente hay al paseo no es aquella, sino que se trata de una obra barroca de inicios del siglo XVII.
El historiador José Sánchez Real constató al Libro del Consulado que, el 26 de noviembre de 1602 se acordó comprar piedra, para hacer una cruz de término ante el portal de "Sant Antoni". El conjunto, de unos nuevo metros de altura, está cortado en piedra del país. La cruz tiene la imagen de Cristo a un lado y la de la Virgen de los Dolores al otro; los brazos, muy ornamentados con decoración floral, acaban sus cuatro extremos con pequeñas cabezas de niño "putti". La cruz apoya sobre un pequeño templete octogonal de piedra, ambos esculpidos por Agustí Pujol.
Las ocho caras representan a santos : "Sant Pere", "Santo Pau", "Santa Tecla", "Sant Josep", "Sant Antoni", "Sant Fructuos", "Santa Llúcia" y "Sant Magí", dentro de hornacinas separadas por columnas. A los pies de cada santo volvemos a encontrar los "putti", motivo que se repite al nexo entre el templete y la columna octogonal que lo sustenta. Esta descansa sobre una base de piedra cuadrada, con el escudo de la ciudad a todas sus caras y la fecha de 1604.
El año 1936, al estallar la guerra, se decidió desmontar la cruz y guardarla, talmente como se había hecho con algunas otras obras artísticas. Una parte se dejó paseo y el resto estuvo en unas dependencias municipales de la Bajada de Roser. Posteriormente se trasladó al claustro de la catedral, donde fue restaurada. El año 1940 se volvió a poner la cruz a su lugar habitual, ante el edificio del entonces Casa Provincial de Beneficencia.
En Tarragona hay otra cruz de término, ubicada junto a la carretera de Valencia, ante el barrio de Icomar. Se trata de una pequeña y sencilla cruz de hierro, colocada sobre un pilar. Según Luciera M. Mezquida, era de origen gótico y antes estaba situada ante el antiguo Cortijo de la Basura, al cruce de los caminos que traían a Salou, Constantí, La Canonja y Tarragona; se denominaba Cruz de los Muertos, porque desde allí se organizaban los entierros de los campesinos de las masías de los alrededores. El 1964 se desmontó, y posteriormente fue reconstruida al lugar antes mencionado.













Fotos realizadas por nuestros reporteros del QUEMACO.

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